A través de cuatro “actos de valentía”, como denominé cada una de
las partes de este texto, explico en este artículo cómo algunas mujeres de hoy
reivindicamos y apostamos por la forma histérica como un camino de
protesta contra la cultura patriarcal; no porque necesariamente seamos
histéricas en cuanto a estructura de personalidad, sino porque percibimos
–como lo hizo la Dorade Freud en 1899– que nuestra socialización está
plagada de mensajes que nos convierten en subordinadas al deseo
masculino. Coquetear con la histeria, tal y como lo ha hecho el
feminismo, nos permite reivindicarnos como sujetos deseantes.
Antes de su publicación en la Revista Venezolana de Estudios de la Mujer, este texto fue seleccionado para su publicación en inglés en el libro Defending our dreams: global feminist voices for a new generation (2005, Londres, Zed Books), compilado por Shamillah Wilson, Kristy Evans y Anasuya Sengupta, recogiendo los aportes de jóvenes feministas alrededor del mundo.
@lagabafeminista
@gabrielamalaguera
Gabriela Malaguera
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